Que apareció marchita y deshojada
Ya casi pálida, ahogada en un suspiro
Me la llevé a mi jardín para cuidarla.
Aquella flor de pétalos dormidos
A la que cuido hoy con todo el alma
Recuperó el color que había perdido
Porque encontró un cuidador que la regara.
Le fuí poniendo un poquito de amor,
La fuí abrigando en mi alma
Y en el invierno le daba calor
Para que no se dañara.
De aquella flor hoy el dueño soy yo
Y he prometido cuidarla
Para que nadie le robe el color,
Para que nunca se vaya!
De aquella flor surgieron tantas cosas,
Nació el amor que un dia se había perdido
Y con la luz del sol se fue la sombra,
Y con la sombra la distancia y el olvido.
Le fuí poniendo un poquito de amor,
La fuí abrigando en mi alma
Y en el invierno le daba calor
Para que no se dañara.
De aquella flor hoy el dueño soy yo
Y he prometido cuidarla
Para que siempre este cerca de mí,
Para que nunca se vaya!
Para que nunca se vaya!
Para que nunca se vaya!
Para que nunca se vaya!
Para que nunca se vaya!
Le fuí poniendo un poquito de amor
(Para que nunca se vaya!)
Y en el invierno mi jardin decoro!
(Para que nunca se vaya!)
Ay, cuando la vi, me enamore y me la lleve, me la lleve!
Ay, Puerto Rico!
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